Por favor miénteme de Fernando Araujo

Esta es la gran mentira de la familia Vila en los albores del siglo XX. O de cualquier familia que haya coqueteado con el poder, que haya sido dueña de una región entera, que haya traicionado al país por sus hijos sin aceptar que también engañaba a los hijos de sus hijos.
Los Vila habrían existido, ¿por qué no? Ellos representan lo corruptibles que somos. Demuestran que la historia puede adivinarse: “Una historia está escrita, la que ustedes escribieron; la otra, la nuestra, la real, está por escribirse”. Y la escribirá una polifonía de voces, como la de Helena Vila, quien se encerró después de su boda, que fue llamada loca, perturbada, y que así ganó su libertad. Está la voz de Dionisio Vila cuando regresó de Estados Unidos a encargarse del Ingenio azucarero de su familia y empezó a desvelar, poco a poco, las mentiras con las que creció. En especial una de las más bellas mentiras, que era la del amor.